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Experto bronce del foro
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Salvando otra porraca: - 2009/10/01 10:45
Ayer tenía la mañana medio libre así que aproveché para ir al agua, en principio esperaba el agua algo movida, así que mi idea era una zona con posibilidad de Lubinas y si estas no estaban acabaría cogiendo algún mújol.
Al llegar el agua está como una balsa de aceite, malo María, y al entrar al agua, estaba verdosa, blanquecina que asco de agua, empiezo a dirigirme a la zona y observo que tendría que cruzar por una zona donde hay varios barcos de profesionales faenando así que directamente paso y renuncio a la zona, voy dirección contraria, que es mucho peor y el peligro de porraca aumenta de forma considerable. Empiezo a mirar algunos boquetes están vacíos, es típico, es una zona donde hay días que los boquetes están llenos, días muy contados, el resto vacíos complemente. Empiezo a hacer alguna espera, acecho pero con el agua tan turbia es un estrés impresionante, lo primero que vi fue un mújol interesante, pero mi falta de agua me hace dudar y segundo y automáticamente desaparece en la niebla.
En una zona hay una buena nube de morralla pero está completamente quieta, y cuando voy bajando a penas se separa, pegado al fondo están esta plagado, pero lo dicho parecían moscas, no se me iban de encima y estaban demasiado "TRANQUILOS", insistí pero no logré ver nada, ni sombras y la actitud no cambiaba, no tenía pinta de haber ningún depredador.
La porraca era inminente, pero al final hubo un pelín de fortuna y vi un par de sargos tirables. En 87 bajadas solo se vio un mújol y estos 2 sargos.
Desde luego no ha sido un día espectacular, pero la satisfacción es casi total.
Lace de la pesca:
El primero en caer fue a la espera, en el fondo, sobre los 10 metros, no había nada de movimiento, así que decidí hacer una espera a media bajada en un escondite que formaban varias piedras, allí escondido un poquito de ruido y silencio de nuevo a los pocos segundos, por mi derecha asoma un sargo, gira 180 º y tiro de atrás hacia delante.
El segundo fue al acecho, conforme iba bajando hacía de reptil entre las piedras, llegados a cierta profundidad ya no sigo bajando y sigo en plan reptil pero en sentido horizontal, paralelo al fondo, tras una piedra estaba el sargo picoteando, presa fácil.
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